La Universidad del Futuro: Una Visión para el 2050

Por: Federico Malpica Basurto 

¿Cómo plantear hoy un modelo de universidad para el 2050? El mundo está cambiando rápidamente, y nuestras instituciones de educación superior también deben cambiar. El modelo tradicional de la universidad, con su énfasis en las conferencias, los exámenes y los títulos, ya no es suficiente para preparar a los estudiantes para los desafíos que enfrentarán en el siglo XXI. Tomando como base un documento reciente de Fernando Valenzuela (2022) sobre la construcción de visión de futuros para las universidades, a continuación, se presenta una visión para la universidad que viene, que sea innovadora, flexible y sensible a las necesidades de los estudiantes y la sociedad.

En primer lugar, se exploran diferentes señales del futuro que seguramente moldearán la manera en la que ofrecerán su servicio educativo las entidades de educación superior, y, con base en estas premisas, se presentan algunas claves de cómo podría ser la universidad del futuro, para que cada quien pueda hacer un ejercicio de reflexión en comparación con el presente, en el contexto de su propia institución.

5 Señales del Futuro

Antes de poder explorar la visión de la universidad del futuro en detalle, es importante comprender algunas de las tendencias y señales clave que están dando forma al futuro de la educación superior y que pueden servir de base para la reflexión en el diseño estratégico de los responsables educativos. El documento identifica cinco tipos de señales:

  1. Extraña: Estas son señales que desafían nuestras suposiciones sobre cómo funcionan las cosas. Por ejemplo, el surgimiento de credenciales alternativas como insignias y microtítulos desafía nuestra comprensión tradicional de lo que constituye un título.
  2. Marginal: Estas son señales que están emergiendo en los márgenes de la sociedad o la academia. Por ejemplo, comunidades en línea como Reddit y Stack Overflow se están convirtiendo en fuentes cada vez más importantes de conocimiento y experiencia.
  3. Temprana: Estas son señales que recién comienzan a surgir, pero tienen un impacto significativo potencial. Por ejemplo, la tecnología blockchain tiene el potencial de revolucionar cómo almacenamos y verificamos las credenciales académicas, haciendo que la propiedad de estas esté en poder de cada persona, más que en el de una institución, gracias a pasaportes digitales de aprendizaje, como el Open Badge Passport.
  4. Plausibles: Estas son señales que es probable que ocurran en el futuro cercano en función de las tendencias actuales. Por ejemplo, las experiencias de aprendizaje personalizadas adaptadas a las necesidades individuales de los estudiantes se están volviendo cada vez más comunes. Aplicaciones como Claned, Edulyzer, Four Ferries o Portrait Teaching & Learning están consiguiendo hacer un proceso de aprendizaje realmente adaptativo a cada estudiante.
  5. Transformadoras: Estas son señales que ya han tenido un impacto significativo en la educación superior o tienen el potencial de hacerlo en el futuro. Por ejemplo, los cursos masivos abiertos o MOOC, que ya han cursado millones de personas y que, a pesar de ser autogestivos, cada vez consiguen ofrecer una mejor tutorización haciendo uso de la inteligencia artificial.

 

5 Claves de la Educación Superior del Futuro

Parece que el concepto del futuro más plausible es el de la universidad por capas, un modelo que se basa en la idea de entidades que en el futuro deben ser innovadoras, flexibles y sensibles a las necesidades de los estudiantes y la sociedad.

El modelo de universidad por capas comienza por el núcleo, identificando fuerzas que están en clara depreciación y otras que comienzan a apreciarse. Luego, visualiza las posibilidades de un campus diferenciado, capaz de interconectar realidades físicas, digitales y físicos-digitales bajo un modelo que combina lo fijo, fluido y flexible, aplicado a las metodologías pedagógicas, al perfil docente (y otros roles en las instituciones), así como a la perspectiva organizativa, ya sea en el espacio, el tiempo y en las infraestructuras.

La clave de esto radica en dejar de percibir las universidades como algo relacionado con la medición del aprendizaje y empezar a relacionarlas con mediciones de la proyección social y económica de las comunidades a las que sirven.

Al perseguir esta visión, la universidad del futuro puede aspirar a ser más relevante para la era del cambio acelerado sin perder su misión. A continuación, se presentan algunos pilares como resultado de las señales del futuro y el modelo de universidad por capas que abrirán posibles caminos para ese objetivo:

  1. Menos “UNI”versidades, más posibilidades: Este pilar se refiere a la idea de que el futuro de la educación superior no estará dominado por grandes instituciones monolíticas sino por una amplia variedad de proveedores educativos, que acompañaran a una persona a lo largo de toda su carrera profesional. Se pasará de la universidad para un tiempo específico en la vida, a un concepto de aprendizaje para la vida (Lifelong Learning).
  2. Multiversidad: La multiversidad es un modelo educativo que ofrece múltiples caminos y certificaciones, lo que permite a los estudiantes personalizar su experiencia educativa según sus necesidades y objetivos individuales. La multiversidad también se refiere a un modelo educativo que está diseñado para ser más inclusivo y accesible, permitiendo a los estudiantes acceder al aprendizaje en cualquier momento y lugar, utilizando tecnologías como la inteligencia artificial, el blockchain y el metaverso. Las multiversidades serán instituciones determinadas a escala social que avanzarán hacia una dirección multicanal para ejercer sus facultades. Todos los canales estarán habilitados por la tecnología y serán capaces de llegar a personas en diferentes lugares en diferentes etapas de sus vidas y en diferentes momentos de sus carreras.
  3. Ecosistémica: Este pilar se refiere a la idea de que las instituciones educativas deben estar integradas en el ecosistema más amplio de la sociedad y la economía, trabajando en colaboración con empresas, organizaciones sin fines de lucro y otros actores clave. Las entidades de educación superior del futuro estarán integradas de forma intrínseca y vital en el mundo laboral al que servirán de forma natural. La investigación tendrá su lugar en instituciones u organizaciones dedicadas en exclusiva a ello, volcando sus resultados en el ámbito laboral y en la educación superior, en una interrelación sistémica. Por fin se resolverá el dilema de investigadores que se ven forzados a dar clases para poder investigar, así como de docentes de vocación obligados a publicar para poder enseñar.
  4. Propósito e Impacto: Este pilar se refiere a la idea de que las instituciones educativas deben estar enfocadas en el propósito y el impacto, no solo en la medición del aprendizaje. Las entidades educativas del futuro medirán sus resultados por su capacidad para ser agentes de transformación social, para impactar positivamente en el ecosistema donde actúan y por su capacidad para seguir equipando a sus miembros a lo largo de toda su carrera profesional.
  5. Viajes y caminos del estudiante: Este pilar se refiere a la idea de que las instituciones educativas deben ser flexibles y adaptarse a los diferentes viajes y caminos que los estudiantes pueden tomar. Irá desapareciendo la idea de educación superior como un viaje en tren entre ciudades, en el que todos sus pasajeros deben hacerlo de la misma manera, en el mismo horario y con las mismas paradas, para transformarse en un sistema de metro, con diferentes líneas y estaciones que cada quien puede utilizar en función de sus intereses, necesidades y objetivos personales.

 

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Fuente:

Valenzuela, F. (2022). Construir Una Visión de Futuros para las Universidades. Global Edtech Impact Alliance.

Recuperado de https://anuies-tic.anuies.mx/pdf/Futuros_Universidades.pdf

 

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