La Enseñanza Importa: razones para creerlo y estrategias para desarrollarla

Por: Federico Malpica Basurto

Steven Mintz, profesor de Historia en la Universidad de Texas ha publicado recientemente un excelente artículo sobre la importancia de la enseñanza en la educación superior (Mintz, S. 2023), que bien vale para todos los niveles educativos. En éste afirma que “en una encuesta reciente de Inside Higher Ed/College Pulse, 55% de los estudiantes citaron la mala enseñanza como un obstáculo importante para su éxito académico.

Considerando que muchos profesores universitarios carecen de formación formal en enseñanza, raramente son contratados por su habilidad pedagógica, y reciben escasas retroalimentaciones sobre su eficacia docente, esta cifra no debería sorprender.”

A continuación, algunas razones para entender el peso que tiene una enseñanza efectiva, aquella que produce el aprendizaje pretendido en todos y cada uno de sus estudiantes, y algunas estrategias mencionadas para desarrollarla.

Como observó Jonathan Zimmerman, una figura prominente en la historia de la educación, la mayoría de las universidades y colegios hacen esfuerzos mínimos para evaluar la eficacia docente del profesorado o cuantificar el aprendizaje del estudiante. Sin embargo, la enseñanza superior puede impulsar a numerosos estudiantes hacia el éxito, especialmente en asignaturas desafiantes y de alta demanda.

La enseñanza efectiva no se trata meramente de transferir conocimientos; se trata de fomentar un ambiente propicio para la curiosidad, el pensamiento crítico y la comprensión holística.

Es evidente que una forma directa de resolver los problemas financieros de las entidades educativas y defender la justicia social y la equidad es mejorando las tasas de retención y graduación de los estudiantes. Lograr este objetivo requiere:

•  Asesoramiento mejorado con planes específicos y tutores dedicados.

•  Participación de los estudiantes en comunidades de aprendizaje.

•  Cursos relevantes y atractivos.

•  Involucramiento proactivo para estudiantes que necesiten apoyo específico.

•  Apoyo suplementario para quien lo necesite, centros de aprendizaje y tutorías.

Sin embargo, en el corazón de todos estos esfuerzos yace un elemento crucial: la enseñanza efectiva.

En el artículo citado se identifican algunos problemas endémicos de la docencia como cursos mal estructurados, tareas y deberes monótonos que priorizan la memorización y profesores desinteresados, problemas prevalentes que afectan la educación superior.

 

Componentes clave de una clase enseñada para producir aprendizaje

 

La enseñanza de alta calidad puede hacer una diferencia monumental en el aprendizaje de un estudiante. Estas clases tendrían que abarcar, al menos, las siguientes estrategias metodológicas:

  1. Objetivos de Aprendizaje Claros: Cada sesión de clase debe tener metas delineadas de adquisición de conocimientos y habilidades que los estudiantes conozcan desde el inicio para encender su motivación y enfoque.
  2. Organización Efectiva: Debe haber una secuencia lógica de temas con hitos claros que ayuden a la comprensión de los contenidos y sobre cómo se desarrolla su propio proceso de aprendizaje.
  3. División del Contenido: Dividir clases en secciones manejables con técnicas pedagógicas variadas y específicas en función de lo que se quiere aprender (no todo se aprende igual, por tanto, no todo puede enseñarse igual).
  4. Evaluaciones Formativas Regulares: Para ayudar al docente a monitorear el progreso y a los estudiantes a medir su comprensión.
  5. Actividades de Aprendizaje Activo: Involucrar a los estudiantes en resolución activa de problemas, discusiones, enseñanza entre pares, juegos de roles y simulaciones para mejorar la comprensión y la aplicación práctica.
  6. Actividades Metacognitivas: Promoviendo la autoconciencia, ayudando en la transferencia de conocimientos a la memoria a largo plazo, y mejorando el aprendizaje profundo.

Si bien la enseñanza es multifactorial, y no todos los docentes serán oradores carismáticos, es posible, con dedicación y las herramientas adecuadas, que cada educador sea eficaz en estas metodologías e inspire a sus estudiantes.

 

Mejorando la Enseñanza a través de la evaluación

 

Por último, el artículo apunta que los métodos actuales de evaluación de la enseñanza, principalmente las evaluaciones estudiantiles, no están siendo realmente efectivas. Si bien algunos aspectos, como la puntualidad y la capacidad de respuesta, son valiosos desde la perspectiva del estudiante, a menudo se pasan por alto muchos atributos esenciales de la calidad de la enseñanza.

En este sentido, un cambio de enfoque hacia la organización de clases, el estilo de entrega, el uso de herramientas y el compromiso estudiantil puede proporcionar una imagen más clara. Datos como tasas de abandono de clases y calificaciones pueden ser indicativos de la eficacia docente si se analizan con prudencia, pero lo más importante es preguntar al docente específicamente cómo ejerce la docencia, cómo planifica su curso, facilita las sesiones, tutoriza y evalúa a sus estudiantes.

Para elevar la calidad de la enseñanza, las entidades educativas necesitan un enfoque sistémico, que abarque aspectos como:

• Colaboración con diseñadores instruccionales y especialistas en evaluación.

• Rediseño de cursos con alta tasa de reprobación.

• Instrucción suplementaria mejorada para esos cursos.

• Integración de asistentes de enseñanza (humanos o digitales) para fomentar la interacción y el aprendizaje.

• Secuencias de cursos coherentes con las rutas de aprendizaje.

 

Conclusión

 

La enseñanza merece una importancia primordial. Es hora de que las instituciones coloquen la enseñanza y el desarrollo de habilidades en primer plano, asegurando que cada estudiante se beneficie de una experiencia de aprendizaje vibrante, significativa y gratificante.

En este sentido, en el Instituto Escalae desarrollamos hace más de 15 años un Autodiagnóstico Pedagógico basado en 16 ámbitos de la práctica educativa efectiva, y 120 aspectos que se pueden analizar sobre la planificación, facilitación, tutorización y evaluación de la enseñanza para producir aprendizaje, en el que han participado ya más de 25.000 docentes de varios países, desde educación inicial hasta educación superior. Más información en las Referencias y en: http://cuestionario.escalae.org/index.php

 

Referencias:

 

Mintz, S. (2023) Teaching Matters. Inside Higher Ed Magazine.

Acceso al artículo en: https://www.insidehighered.com/opinion/blogs/higher-ed-gamma/2023/08/15/teaching-matters

Malpica B. F. (2011). El autodiagnóstico pedagógico: Herramienta básica de la calidad del aula. Revista Aula de Innovación Educativa, núm. 198, pp. 21-23, enero 2011. Editorial Graó.

Acceso al artículo en https://bit.ly/ArticuloADP-Escalae

 

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